Ayer me enteré de la muerte de Morente. La figura de Enrique Morente siempre estará asociada a la música rock de este pais por haber aceptado la propuesta de una banda como Lagartija Nick para fusionar los dos estilos: el flamenco y el rock. La actitud valiente por parte de los dos fue admirable, ante el riesgo que se asume por el rechazo de los más reaccionarios y puristas del estilo cuando se llevan a cabo revoluciones en la música. Incluso su propio sello les dio la espalda, algo incomprensible cuando artistas del género grababan allí, como así nos reconoció Antonio Arias en una entrevista. Una oportunidad perdida en aquel 1996 que tuvo su reconocimiento años después con la reunión y gira no solo por España sino también por Latino América para interpretar en directo Omega, obra cumbre de la fusión del rock alternativo y el flamenco. Tuve la suerte de revivirlo en el Festival Primavera Sound de hace dos años y las sensaciones que transmitió aquella actuación son difícilmente descriptibles. Solamente comentar que el numeroso público extranjero que suele habitar este festival estaba maravillado, sabían que eran testigos de algo único, autóctono y mágico. Por su puesto, yo así lo vi también. Disfrutemos de su legado. Descansa en paz maestro.
Aquí podéis releer la entrevista que realizamos a Antonio Arias.
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